La corriente va eligiendo los estadios. Es tan íntima y tan próxima que solemos no mirarla, sino asumirla, tan adentro, que somos diluidas, y la llamamos yo. Cada afecto, movimiento e imaginación corresponde a una arista de los infinitos choques producidos por el movimiento de la corriente dentro y con sí misma: tal como la marea - el río - desperdiga sus interminables modos desde una sola fuente. Buscar por su principio lleva a una diagonal inacabable, nunca estática, que no puede sostenerse. El origen de la corriente es virtual e imposible y, sin embargo, es; (permítete dilucidar fácilmente la constitución insustancial de cada cosa). En esta virtualidad insostenible el sostén se vuelve el flujo, y la cualidad la fluidez. A medida que la conciencia realiza esto en sí, el río y los estadios se desbordan, actualizando la cualidad necesaria para garantizar la fluidez a cada instante. Esta cualidad, como todo (y todas las palabras) será cambiante y su sentido virtual determinado por el destello dentro de la corriente desde la cual se observe; este es el portal del núcleo, la mónada y la Puerta. Un cúmulo de fenómenos y sus modos infinitos generan una imagen y comulgan en el acaecer de esa sección de la corriente, esto determina un tiempo. El estudio y la comprensión del tiempo y de sus cualidades será igualmente cambiante; entre más se construya desde la fluidez, más estadios temporales podrá iluminar; (entre más fluidx más concentrado el portal y la partícula). Esta misma definición también colapsará dentro de la corriente, no podrá ser soportada, pues la corriente no soporta nada que no sea sí misma y, así, soporta todo. Surgen entonces preguntas de estas olas, de la voluntad, de lo real. Sueño-despierto, ser-no ser, hacer-no hacer, y demás. Todas surgen, actualizan, colapsan y resurgen, y todas - igualmente - contienen la verdad, y la mentira. Así, todo camino es cierto y también falso, y todo camino sirve y también no. ¿Por qué determinarse y resistir la actualización? El destello desciende de todas formas, y las actuaciones para recibirlo, o no, se suceden sin principio o conclusión. Solo queda actualizarse desde el núcleo, una y otra vez; entre más se preserve su sentido más "sí-misma"/bella/real/despierta/viva será la actualización; (preservar su sentido es ser fluídx desde el núcleo y devenir). Esta concresión también será un colapso. Aceptar estos ciclos es realizar la libertad, es permitir la muerte, y la vida. Es abarcar la totalidad de los opuestos y, así, habitar desde el Tercer Cuerpo: y tres es uno, y es partícula. No hay nada más cuir que ser este binario en aniquilación experienciadx por la realización de lo tercero. Transvasar este procedimiento será el advenimiento del cúmulo siguiente. La proximidad con el colapso causa horror a quien no se permite ser tercerx, y éxtasis profundo a quien se entrega.
